¡Hola! Esta semana os propongo
trabajar el conocimiento de las frutas a través de la activación de todos sus
sentidos y darles la oportunidad a los peques, de descubrirlas, explorarlas y
experimentar en una actividad sensorial lúdica y divertida.
Este taller os propongo hacerlo en 2 partes:
Cesto de la fruta y tutti-frutti.
Me hubiera gustado trabajarlo con ellos en el Centro, ya que lo ideal hubiera
sido hacerlo con todos los compañeros juntos, sin ropa, sólo con el pañal (para
experimentar con todo el cuerpo).
Cesto de la fruta: Como ya os presenté el cesto de los tesoros, en este
caso utilizaremos frutas.
Tutti- frutti: Os invito a realizarlo completo
pero entiendo que en casa puede resultar difícil llevarlo a cabo. Si es así,
podéis realizar sólo alguna parte. Lo recomiendo completo, ya que la manipulación
de las frutas, cogerlas con las manos, con los dedos, soltarlas, volverlas a
coger para meterlas en los recipientes o llevárselas a la boca supone un
ejercicio muy rico para la adquisición de habilidades y destrezas y de
coordinación óculo-manual. La relación causa efecto al apretar una fruta y
chafarla le da idea de las posibilidades de acción con la fuerza de sus manos. Comprobar
las texturas; corteza dura o pulpa blanda, la temperatura, el sabor de las
frutas, permite al niño/a un amplio conocimiento del entorno y de las
propiedades de la naturaleza.
¡¡ASÍ QUE VAMOS A ELLO…!
¿Para qué edad se recomienda?
10-
12 meses en adelante.
¿Qué trabajamos?
- Estimular todos los sentidos.
- Explorar y manipular activamente los elementos propuestos (frutas).
- Percibir distintas sensaciones.
- Observar relaciones causa y efecto.
- Crear una situación de comunicación divertida para estimular el lenguaje.
- Percibir sensaciones de agrado y desagrado.
- Adquirir habilidades motrices: utilizar la pinza digital.
- Participar de forma activa: tocar, manipular, comer, oler.
- Meter y sacar fruta de los recipientes.
- Comprender la negación.
Materiales:
Plátano,
manzana, pera, melón, piña, sandía, naranja, mandarina, cesto, cuencos.
Preparación.
Antes de realizar esta actividad, cada familia debe revisar que no haya intolerancias y/o alergias a algunos de estos alimentos.
Cesto de la fruta: en un cesto, a ser posible a la altura del suelo,
ponemos frutas enteras y lavadas: plátano, manzana, pera, melón, piña, sandía,
fresas, naranja, mandarina (también lo podríamos hacer con vegetales o mixtas) y
dejarlos experimentar.
Tutti-frutti: Un recipiente por cada alimento, donde
colocaremos cada fruta abierta y cortada en grandes trozos o también podría ser
una bandeja grande con una muestra de cada de ellas. Vigilaremos que no se
metan en la boca trozos grandes de fruta; para probarlas recomiendo dárselas a
probar aplastada con un tenedor.
El adulto durante el juego.
En el cesto de la fruta: prepara el cesto con las
frutas lavadas, se lo presenta y no interviene, sólo supervisa.
Tutti-frutti: se
dirige al niño/a constantemente durante la actividad para compartir sus
emociones, indicarle o prohibirle alguna acción, nombrarle una y otra vez el
nombre de cada fruta, utilizad vocabulario amplio y rico en adjetivos relativos
a las cualidades de la fruta.
El niño/a, a través de sus acciones: coger la fruta, mostrarla, mirar al adulto, buscar su aprobación (con miradas, vocalizaciones..) expresa su alegría y satisfacción y esto hace que empiecen a tocar, coger, dejar, chupar, mordisquear, comer, oler, gritar, reir, etc.
Decimos el nombre de la fruta que nos van mostrando y alguna cualidad (sandía grande, suave, fresca, roja..)
Espero
que disfrutéis mucho con este taller…
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